Qué ver

Está bajo la advocación de Santa María de la Asunción. Sucede a un edificio anterior de fines del siglo XIII o principios del XIV, del cual sólo quedan restos en la base de la barroca torre actual, que se fecha entre 1770 y 1802. El edificio de hoyes del siglo XVI; tiene una sola nave presidida por ábside ochavado, y muestra un retablo barroco, obra de Bartolomé Cordero en el siglo XVII; hay también una Andra Mari gótica sedente del siglo XIV. Cuenta en su interior con distintas capillas y retablos artísticamente ornamentados. Se sabe que la iglesia tenía reloj ya en la temprana fecha de 1516, aunque hubo que sustituirlo por otro en 1753. En 1887 se cubrió el pórtico.

Es una construcción levantada en 1830-1832 sobre las ruinas del anterior: El proyecto original, que era de Alejo de Miranda, fue retocado por Pedro Manuel Ugartemendia. En la planta baja se abren los soportales; pero el estilo de su fachada en conjunto ha sido calificado de "greco-romano".

Llama la atención del viajero por existir en su balcón principal un doble arco de piedra sillería bien labrada suspendido en artístico equilibrio. Encima del citado doble arco puede verse un gran escudo de armas, cuya descripción es la que sigue: Cuartelado, 1º y 4º, azules con un águila de oro puesta sobre un peñasco de plata con alas desplegadas inclinándose a volar; 2º y 3º, de oro con sendas encinas verdes y al pie de cada árbol un jabalí negro. En esta casa, de donde salieron varones ilustres, se hospedaron muchas personas de sangre real, como Felipe III de España, el 2 de noviembre de 1615 y el8 de mayo de 1660; así como el Conde Artois, hermano de Luis XVI de Francia, el 15 de julio de 1782.

Palaciego caserón de principios del siglo XVII. Es uno de los edificios más ilustres de la Villa y su nombre significa la casa de abajo e indica claramente la situación que ocupa. Estuvo en un tiempo en comunicación, por medio de una galería, con la casa llamada de Jaques (actualmente sede de los servicios sociales del Ayuntamiento), hasta la última guerra civil carlista en que se derribó la mencionada galería, con lo que quedaron separados ambos edificios. Llaman la atención del visitante la hermosa escalera principal, de piedra bien labrada, así como también los magníficos salones del primer piso, en donde, en tiempos pasados, se celebraron diversas Juntas Generales de la Provincia. Conserva este Palacio hoy día su primitivo carácter, a pesar de que reformado ha pasado a ser Casa Municipal de Cultura. Su antepuerta, terrenos y bosque situados a los pies de la fachada sur, diseñada por Juan de Herrera, se hallan habilitados como jardines públicos.

También en el casco y frente al Palacio Zabala se halla el monumento a Fray Andrés de Urdaneta, hijo de la villa e insigne cosmógrafo y marino que descubrió el modo de regresar de Asia a América por el Océano Pacífico.

Todavía continúa en el recuerdo de los ordiziarras la desaparecida Casa Solar Gazteluzar (Casa Ibarbia), hoy reformada y que cuenta con el balcón de esquina tan interesante.

Actualmente muy transformada y en donde se encuentran instaladas las oficinas de Correos. Esta casa es memorable en la historia de Ordizia, porque en ella celebrapa sus reuniones el Ayuntamiento hasta 1511 (la primera casa concejil se construyó en 1516). Todavía conserva el escudo sobre la puerta que da entrada al edificio por la calle de Santa María: Partido, 19, una banda tercia en medio de dos escudetes, cargado de tres fajas cada uno de ellos; 2º, un árbol con un león empinado al tronco.

Situada en la esquina de la Plaza Mayor tiene por escudo una banda cargada de cuatro paneles puesta en medio de dos lobos andantes, bordura con ocho aspas. En ésta se alojó Don Carlos cuando vino, el 6 de julio de 1875, a jurar los Fueros de Guipúzcoa; acto que se celebró al día siguiente con la extraordinaria solemnidad de que son testimonio los documentos de aquella época.

Situado fuera del casco urbano es un edificio singular, de estilo mudéjar (en estado deteriorado), que dispone de torre cuadrilonga.

Si bien no con tanta solera y raigambre como las anteriores edificaciones, se encuentra en el casco un buen ejemplo de arquitectura regionalista; se trata del cine municipal Herri-Antzokia.

Para terminar, y aun cuando no pueda considerarse como solariega, merece citarse por su aspecto de tal y sobre todo por las curiosas
pinturas que adornan su fachada principal, y que desgraciadamente van desapareciendo por la acción del tiempo, la casa denominada Sujetonea construida en el año 1740 y situada en la Plaza Mayor. Su original nombre, según don Manuel Vicente de Murgutio y Gaitán de Ayala, vino porque en dicha casa, conocida antiguamente también con el nombre de Posada de las Animas, vivió un mesonero que era conocido por el mote de "Sujeto". Fue casa de postas, y más tarde, cuando se difundieron por España, hacia 1805, las famosas diligencias, lugar de parada de éstas.