“Ordizia en la época de los Austrias: cambios en el horizonte” CHARLA DE LA HISTORIADORA SUSANA TRUCHUELO

Barrena Kultur Etxea – 16 marzo, viernes – 19:00 H.

 

Este viernes, 16 de marzo, a partir de las 7 de la tarde la historiadora Susana Truchuelo, impartirá en Barrena Kultur Etxea su segunda charla en con el título “Ordizia en la época de los Austrias”, charla organizada por el departamento de Cultura del Ayuntamiento de Ordizia, en colaboración con la Asociación de Historiadores de Gipuzkoa “Miguel de Aranburu”, dentro de las actividades del 750 aniversario de Ordizia.

Los siglos XVI y XVII fueron los de la historia de una tenaz lucha por el mantenimiento de la influencia de Villafranca en el entorno del Goierri y en las propias Juntas Generales de Gipuzkoa. El control que los vecinos de Villafranca, junto con los de Tolosa, Segura y Donostia, ejercieron en las decisiones de las Juntas durante los reinados de Carlos I y Felipe II permitió el mantenimiento de su autoridad sobre los vecinos de las aldeas rurales. Pero este control se perdió en 1615 cuando muchas aldeas sometidas compraron su independencia al rey Felipe III. De hecho, la estrategia bien organizada de todas las aldeas rurales descontentas por el dominio agobiante y excesivo de sus villas (Tolosa, Segura, Ordizia, Hondarribia y Donostia) consiguió entonces sus objetivos de independencia. En este proceso de exenciones o segregaciones, los ordiziarras perdieron la influencia directa que habían ejercido no solo sobre los habitantes de su entorno territorial, sino también en las mismas Juntas Generales y en el gobierno de Gipuzkoa. A partir de entonces se inició un nuevo período en la historia de Ordizia en el que la villa se tuvo que readaptar a la convivencia en términos de igualdad con los habitantes de las nuevas villas vecinas.

La segundo charla se inicia, por tanto, en 1615, otro hito fundamental en la historia de Villafranca y se centra en explicar las condiciones particulares que se produjeron en esa coyuntura y que hicieron que entonces, y no antes, las aldeas  alcanzaran la ansiada separación de su “cabeza de jurisdicción”.  Para ello, se dirige la atención no solo hacia las motivaciones de Villafranca para conservar su poder sobre las aldeas, sino también a los argumentos de las aldeas, al papel jugado por otras villas guipuzcoanas en estos conflictos y, sobre todo, a los cambios de posiciones de algunas de ellas en estos debates. En la charla se incide en las consecuencias que este proceso tuvo en la alteración del antiguo reparto de poder a nivel provincial y en el establecimiento de un nuevo modelo de organización del gobierno de la Provincia de Gipuzkoa que hasta ahora no ha sido suficientemente subrayado por la historiografía. La identificación de algunos de los protagonistas de este proceso (los Idiáquez o los Ipeñarrieta) permite clarificar un poco quiénes eran los actores políticos que estaban dirigiendo los destinos de los guipuzcoanos en este momento.

En consecuencia, a partir de este momento Villafranca tuvo que adaptarse a un período de declive político, que se materializó no solo en la pérdida de influencia en el marco local sino también en el espacio político de las Juntas Generales. Desde 1615 hasta 1644 la comunidad de Villafranca siguió enviando, como desde la Edad Media, sus representantes particulares a las Juntas Generales de Gipuzkoa. Pero en esos años tan conflictivos a nivel internacional, con un aumento de gastos por guerras, levas y  donativos de dinero a Felipe IV, Villafranca tuvo que suscribir un acuerdo con su antigua aldea (ahora villa) de Beasain para reducir costos y enviar, en representación de las dos, un único procurador juntero a las Juntas: era la llamada “Unión de Villafranca”. A esa unión de 1644, se sumaron en 1682 Arama y Zaldibia. Comenzaba así un nuevo periodo en la historia de Villafranca, en el que ésta ejerció un poder limitado, muy alejado ya de la autoridad que había tenido en el Goierri desde hacía dos siglos.