Este 25 de noviembre, día internacional para la eliminación de violencia hacia las mujeres queremos poner la atención en la creciente incidencia de dicha violencia contra las mujeres y en la violencia sexual entre menores como una de las formas de violencia que resulta más invisibilizada y normalizada, un problema estructural y la expresión más cruda de la desigualdad entre hombres y mujeres que sigue aumentando de año en año.

Según el INE del 31 de mayo de 2023 el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 8,3% en el año 2022 y las denuncias por violencia de género un 9,5% en Euskadi en 2023.

Según diferentes informes, hasta un 40% de las víctimas de delitos sexuales son personas menores de edad, mayoritariamente niñas y adolescentes. Aumenta también el porcentaje de delitos contra la libertad sexual cometidos por menores de edad. Aunque también han aumentado las peticiones de ayuda especializada, los datos reflejan que las chicas presentan serias dificultades para detectar ciertas manifestaciones de violencia en su propio comportamiento, tanto en el grupo de iguales como en sus relaciones afectivas.

El movimiento feminista y las expertas siguen apuntando como causas la ausencia de educación sexual de calidad con perspectiva de género desde la escuela y la falta de transmisión de los valores sociales como la aceptación de la diversidad, la aceptación del NO trabajando la frustración y las relaciones igualitarias.

 Asimismo, hay una alarma generalizada sobre la iniciación sexual temprana a través de la pornografía, en mayor grado, en las redes sociales de uso habitual y sobre la difusión entre los menores de mitos y estereotipos de género, así como la sexualización infantil.

 
 
 
 

En muchos casos, se detecta además la falta de credibilidad de las víctimas, lo que impide la intervención precoz y reparadora en los casos de abusos y agresiones sexuales a menores.

Esta iniciación temprana a través de la pornografía contiene un 88,2% de contenido basado en la violencia física y verbal contra las mujeres lo que dificulta, sin esta educación sexual temprana, la empatía y cuidados tan necesarios en las relaciones igualitarias

Como resultado de todo ello, se ha extendido un imaginario distorsionado de relaciones afectivo- sexuales y del rol de hombres y mujeres en las mismas.

Se banaliza y legitima el ejercicio de la violencia sexual como forma de dominación sobre las mujeres, sus deseos y sus cuerpos.

Los comportamientos más graves pueden derivar hacia las agresiones sexuales y físicas e incluso, en sus formas más extremas, en los asesinatos de mujeres.

Ante todo ello, las instituciones vascas han de promover todas las estrategias y mecanismos a su alcance para que las mujeres y las niñas tengan un desarrollo de vida pleno, en condiciones de libertad y seguridad. En concreto, para que puedan expresar sus deseos, afectos y comportamientos sexuales sin coacciones y violencias, al margen de los estereotipos y mandatos de género.

Los Ayuntamientos, como instituciones más cercanas a la ciudadanía, son responsables de favorecer las condiciones para una convivencia igualitaria y libre de violencias machistas en los municipios.

Por tanto, el Ayuntamiento de ORDIZIA se compromete a:

Articular/ mejorar/ reforzar la estrategia local de prevención de las violencias machistas disponiendo las estructuras, recursos, servicios o programas para hacer frente a la violencia sexual entre personas menores.

Habilitar/mejorar la detección y atención precoz de violencias sexuales en el entorno de las víctimas menores a través de los protocolos locales de coordinación

Diseñar /implementar/y evaluar programas de formación de los y las profesionales que intervienen con víctimas de violencias sexuales

Diseñar/desarrollar/mejorar programas de sensibilización con la ciudadanía, y especialmente madres, padres y profesorado, con las AMPAS, sobre la necesidad de una educación sexual de calidad con enfoque de género, y coeducativa.

Contribuir desde los espacios de educación no formal a desarrollar procesos coeducativos que refuercen las actitudes contra la violencia machista en menores, e impulsen valores de igualdad.

En base a dichos compromisos, se proponen las siguientes acciones:

Refuerzo de los programas de empoderamiento dirigidos a las niñas y adolescentes sobre la sexualidad, relaciones de pareja, amor romántico, talleres de autodefensa feminista, …

Puesta en marcha de intervenciones dirigidas a los niños y chicos para trabajar la afectividad, los modelos relacionales, los modelos de masculinidad, o las estrategias de superación de roles sexistas y la paridad.

Elaboración de estrategias de prevención y respuesta a la violencia digital, combatiendo también estas nuevas formas de violencia machista.

Reforzar procesos educativos con menores del municipio a través del programa BELDUR BARIK y otras iniciativas de impulso local.

También queremos mostrar nuestro compromiso con el derecho a unos cuidados dignos a lo largo de toda la vida y fomentar su universalidad. Y asimismo, abordar de forma transversal las tareas de cuidado y la sostenibilidad de la vida en todos los ámbitos (educativo, social, etc.) desde una perspectiva comunitaria. Por un derecho colectivo al Cuidado.
Hacemos un llamamiento a la ciudadanía para que el 25 de noviembre, se una a las movilizaciones convocadas en Ordizia con motivo del Día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres.