Una vez más, Oiangu Natur Eskola ya está en marcha en Ordizia. Precisamente, Oiangun se celebrará el sexto año. Maitane Alvarez, teniente de alcalde de Ordizia, ha precisado que este proyecto, que nació en 2017, no ha parado ni los años más duros de la pandemia. “El Ayuntamiento de Ordizia cree en este proyecto porque Oiangu es uno de nuestros mayores tesoros, el rincón predilecto de toda la ciudadanía ordiziarra, y seguiremos apoyando sí o sí este tipo de acciones”, añade.

En total, participan cerca de 500 niños/as de Primaria de los centros escolares de Ordizia. Desde abril y hasta principios de junio, clase por habitación, vienen a Oiangu y allí pasan un día entero con los educadores de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Este año Oiangu Natur Eskola colaborará con Oihana Unanue. Oihana, que desde pequeña tiene una experiencia en torno a los manzanos, compartirá con los niños su pasión por la cultura de la manzana. De esta manera, además de combinar naturaleza y cultura, se abordará el camino hacia la soberanía alimentaria, ha precisado Yoana García, de Aranzadi.

Los de Oiangu Natur Eskola no son simples pasatiempos. Es importante mantener el vínculo con la naturaleza desde la infancia, ya que aporta enormes beneficios. “No sólo porque ofrece una gran oportunidad para cultivar la competencia motriz, sino porque refuerzan las relaciones entre ellos, y toman aptitudes importantes en el proceso de aprendizaje, sino también porque son conscientes de la importancia de cuidar adecuadamente nuestro entorno”, añade la teniente de alcalde.

Este proyecto bebe de la metodología de las escuelas forestales. Se trata de un proyecto muy centrado en la comunicación de principio a fin, tanto en la transmisión de normas como en el fomento de la motivación y autoestima infantil. Niños y niñas, profesores y educadores/as, subimos a pie a Oiangu. El camino a pie es una gran oportunidad para empezar a hablar de los temas que se van a tratar a lo largo del día y motivar al alumnado; las plantas, los animales, las formas de la naturaleza se dan mucha importancia al juego libre, y sin ofrecer otro medio (como los balones) juegan con la naturaleza y con la naturaleza en Oiangu. Las acciones que realizan con las personas educadoras se plantean como un pequeño reto para el trabajo en equipo. El material necesario para ellos se reduce al mínimo y siempre hay una administración correcta con la naturaleza; observando, tocando, oliendo. Los equipos y las personas son diversos, por lo que los educadores y educadoras están inexorablemente dispuestos a la improvisación y la adaptación al grupo.

La base de esta forma de hacer es que el niño/a tenga una experiencia positiva en la naturaleza, que es pasarlo bien. Y de paso, esta vivencia se aprovecha para aprender competencias y conceptos curriculares. De hecho, se sabe que la experiencia positiva ayuda en el proceso de aprendizaje. Siguiendo la pedagogía verde, esta metodología ayudará a los niños y niñas a conocer su entorno natural, a ubicarse en él, a amarlo y, en consecuencia, a respetarlo. En estos tiempos en los que vivimos de espaldas a la naturaleza, Oiangu Natur Eskola aborda lo que es una preocupación ineludible de la sociedad.