002 GILTZADUNEN ETXEA

Este viernes, día 14, el grupo Tanttaka presentará su obra Giltzadun etxea a las 22:15 horas en el Herri Antzokia.
Las estradas ya están a la venta en Barrena.

El próximo viernes, 14 de febrero, dentro del programa Tiempo de Teatro, organizado conjuntamente por los departamentos de cultura de los ayuntamientos de Beasain y Ordizia, se presenta  a las 22:15 h. en el Herri Antzokia de Ordizia la tercera obra del ciclo, con la representación de Giltzadun etxea, versión en euskara de La casa de la llave de Mada Alderete. Esta programación  se enmarca dentro de la Red de Teatros de Euskadi y cuenta con la colaboración de los departamentos de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa y Gobierno Vasco.

La obra, dirigida por Fernando Bernués, es una insólita creación escénica dónde tres actrices, Ainhoa Aierbe, Vito Rogado y Mireia Gabilondo, en la piel de otras tantas trabajadoras sociales, desnudan el día a día de dos refugios, una Casa de Emergencia y una Casa de Acogida, para mujeres víctimas de la violencia donde, la autora de la obra, Mada Alderete, trabajó durante siete años como educadora.  La elaborada banda sonora, en directo, de una creadora e intérprete sugerente e inconformista como es Ainara LeGardon, y las precisas -y preciosas- imágenes de Maialen Sarasua terminan de invocar un espectáculo desacorde que, sin condescendencia alguna, nos asoma, para mejor comprenderla y (re)-interpretarla, a una penosa y desconocida verdad, en la que como dice su autora, los nombres propios que utiliza, son la única mentira.

Giltzadun etxea refleja sobre el escenario las vivencias de esas  tres mujeres, educadoras sociales, en el seno de una casa de acogida para mujeres víctimas de la violencia machista. A través de sus ojos, de su piel, de sus más íntimas experiencias de convivencia en dos casas –una de emergencias, y otra de acogida- destinadas a ese fin que se fueron acumulando durante siete años, día tras día, en el alma de Mada Alderete y que Fernando Bernués ha transformado en montaje teatral en una dramaturgia que cuenta como un relato continuado, no sólo lo vivido por esas tres trabajadoras sociales, sino también las de las mujeres que han ido conociendo y tratando durante tanto tiempo.

Durante 70 minutos, las cuatro mujeres permanecen en escena, en medio de unas cuantas sillas diseminadas por todo el escenario, una escalera abierta, un monitor que permite vigilar entradas y salidas del piso de acogida, y de fondo una gran pantalla que recoge las sugerentes imágenes creadas por una quinta mujer, Maialen Sarasua. El conjunto enmarca una dolorosísima realidad que es tan urgente como necesario intentar evitar entre todos.

Cita teatral este viernes en el herri Antzokia con un texto lleno de frases afiladas que se clavan en el espectador, que no sale de la sala indiferente.